Si y mucho. Vivimos en un país donde el 85% de las empresas son PYMES. PYMES donde su fundador, es su principal trabajador, accionista y sobre todo avalista.
La principal fuente de recursos propios, son eso, recursos que el propio emprendedor pone, en base a su patrimonio – dinero que pudiera tener ahorrado – o usándolo como aval frente a un prestatario – por lo general el banco, aunque cada vez se ponen más “de moda” los business angels y las empresas de capital riesgo.
Sin duda los riesgos que un emprendedor asume son muchos y diversos, pero el miedo al fracaso quizás sea el que más gente deja con la idea en la cabeza. Sin duda, comenzar un negocio implica asumir un riego y uno debe valorar mucho si está en condiciones de asumir dicho riesgo, por el y por los que le rodean, sean familiares, hijos u amigos.
Si el riesgo es asumido, adelante con el negocio. Si no se asume, ni negocio, ni empleados, ni beneficio, ni impuestos, ni nada.
¿Por qué el riesgo debe ser asumido en su gran parte por el emprendedor, cuando los beneficiados somos todos, incluidos el estado, los bancos, las familias, los hijos y los amigos?
Quizás en esta sociedad española deberíamos aprender a asumir y compartir los riesgos al igual que nos gusta compartir los beneficios o los éxitos. Quizás en esta asunción de riegos, pudiéramos incorporar los costes de dar una segunda oportunidad a quien tiene las agallas de
La principal fuente de recursos propios, son eso, recursos que el propio emprendedor pone, en base a su patrimonio – dinero que pudiera tener ahorrado – o usándolo como aval frente a un prestatario – por lo general el banco, aunque cada vez se ponen más “de moda” los business angels y las empresas de capital riesgo.
Sin duda los riesgos que un emprendedor asume son muchos y diversos, pero el miedo al fracaso quizás sea el que más gente deja con la idea en la cabeza. Sin duda, comenzar un negocio implica asumir un riego y uno debe valorar mucho si está en condiciones de asumir dicho riesgo, por el y por los que le rodean, sean familiares, hijos u amigos.
Si el riesgo es asumido, adelante con el negocio. Si no se asume, ni negocio, ni empleados, ni beneficio, ni impuestos, ni nada.
¿Por qué el riesgo debe ser asumido en su gran parte por el emprendedor, cuando los beneficiados somos todos, incluidos el estado, los bancos, las familias, los hijos y los amigos?
Quizás en esta sociedad española deberíamos aprender a asumir y compartir los riesgos al igual que nos gusta compartir los beneficios o los éxitos. Quizás en esta asunción de riegos, pudiéramos incorporar los costes de dar una segunda oportunidad a quien tiene las agallas de