lunes, 31 de octubre de 2011

Las bromas pueden salir caras, carisimas (I)

Un tarde gris, un padre entró en la habitación de su hija y encontró una carta sobre la cama. Con la peor de las premoniciones la leyó mientras le temblaban las manos:

"Queridos papá y mamá:

Con gran pena y dolor os digo que me he escapado con mi nuevo novio.
He encontrado el amor verdadero y es fantástico. Me encantan sus piercings, cicatrices, tatuajes y su gran moto.
Pero no es solo eso: estoy embarazada y el Yónatan dice que seremos muy felices en su poblado africano. Quiere tener muchos más niños conmigo y ese es uno de mis sueños.

He aprendido que la marihuana no daña a nadie y

la vamos a cultivar para nosotros y nuestros amigos. Ellos nos proporcionan toda la cocaína y pasta base que queremos. Entretanto rezaremos para que la ciencia encuentre una cura para el SIDA, para que el Yónatan se mejore. Se lo merece.

No te preocupes por el dinero: el Yoni lo ha arreglado para que participe en las películas que sus amigos Brayan y Maikel ruedan en su sótano. Por lo visto puedo ganar 50 euros por escena, 50 más si hay más de tres hombres en la escena y 50 más si participa un caballo o cualquier otro animal.

No te preocupes mamá. Ya tengo 15 años y sé cómo cuidar de mi misma...
Algún día os visitaré para que podáis conocer a vuestros nietos.

Con cariño, vuestra querida hija.



P.D.: Papi, es una broma.
Estoy viendo la tele en la casa de la vecina, con su hija.
¡Sólo quería mostrarte que hay cosas peores en la vida que mis notas, que, por cierto, te adjunto en un sobre!"


Si has leído hasta aquí ¿Como se te ha quedado el cuerpo? ¿Que y como contestarías a tu hija? Déjanos un comentario, que seguro que tienes mucha imaginación.

La semana que viene publicaremos la mejor respuesta junto con la carta original de padre. Escríbenos!!!

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